"La prisión preventiva es un instrumento importante (…) pero no es ni puede ser un fin en sí mismo", aseguró uno de los magistrados del Supremo, Edson Fachin, al emitir su voto.
Dirceu, jefe de gabinete del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), fue detenido en agosto de 2015 acusado de ser uno de los responsables de forjar el esquema de corrupción de la petrolera brasileña semiestatal Petrobras cuando era ministro de la Casa Civil (2003-2005) durante el primer mandato de Lula.
Los abogados de Dirceu niegan los delitos: aseguran que él nunca intervino para manipular contratos de Petrobras y que jamás pidió dinero a empresarios a cambio de contratos con dicha empresa.
Al votar a favor de la puesta en libertad de Dirceu, varios magistrados recomendaron al juez Moro que imponga otro tipo de condenas, como el control electrónico a distancia.
En paralelo a la decisión del Supremo, también la fiscalía del estado de Paraná denunció por tercera vez a Dirceu por delitos relacionados con corrupción.
Uno de los fiscales de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, admitió que la denuncia se publicó el mismo día en que el Supremo iba a tomar la decisión de ponerle o no en libertad porque incluía "nuevos elementos" que los magistrados podrían tomar en consideración.
La operación Lava Jato arrancó en marzo de 2014 y destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, una trama de sobornos alrededor de Petrobras.
Esta, a su vez, reveló otra red corrupta paralela en Odebrecht, la mayor empresa de construcción e ingeniería brasileña y una de las principales proveedoras de Petrobras.