"Se prevé la detención de la autoridad que dé inicio a una persecución penal, civil o administrativa sin justa causa fundamentada", dice uno de los fragmentos del borrador elaborado por el senador Roberto Requião, del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y aprobado el miércoles.
El texto original despertó muchas críticas del sector judicial, en especial de los fiscales y del juez encargado de la operación Lava Jato, Sérgio Moro, que argumentó que el texto coaccionaba su libertad para ejercer su trabajo.
Tras la presión de los jueces y de la opinión pública los senadores hicieron algunas enmiendas, aunque se mantienen puntos criticados por diversos partidos, como el que contempla hasta cuatro años de cárcel para quien inicie una investigación no justificada.
"Vamos a inviabilizar el trabajo de nuestros jueces, de nuestros procuradores, de la Policía en la lucha contra el tráfico de drogas, contra las violaciones y contra la corrupción también; está claro que todo esto tiene que ver con la operación Lava Jato", aseguró tras la votación el diputado Cristovam Buarque (Partido Popular Socialista), según recoge el portal brasileño G1.
La operación Lava Jato arrancó en marzo de 2014 y destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, una trama de sobornos alrededor de la petrolera semiestatal Petrobras.
Esta, a su vez, reveló más recientemente otra red corrupta paralela en Odebrecht, la mayor empresa de construcción e ingeniería brasileña y una de las principales proveedoras de Petrobras.