El valor ha sido un 23% superior a lo estimado por el Gobierno de Brasil que estimaba una recaudación de 3,014 billones de reales (942 millones de dólares).
La alemana Fraport se ha adjudicado el aeropuerto de Fortaleza por 425 millones de reales (136 millones de dólares) y el de Porto Alegre por 290 millones y medio de reales (93 millones de dólares), superando así la oferta inicial mínima que asignaba 360 millones de reales para Fortaleza (116 millones de dólares) y 31 millones de reales para Porto Alegre (un millón de dólares).
El aeropuerto de Salvador ha sido adjudicado al grupo francés Vinci por 660,9 millones de reales (212 millones de dólares), duplicando la oferta inicial de 310 millones de reales 100 millones de dólares.
El número de competidores ha sido sin embargo más bajo que en anteriores concesiones, pues a la subasta del aeropuerto de Galeão y Confins acudieron cinco consorcios en 2013 y en la anterior subasta de Guarulhos, Brasília y Campinas en 2012 compitieron 11 grupos.
Tan sólo tres grupos extranjeros han entrado en competición en esta nueva subasta.
Según las normas de la subasta, ahora las empresas concesionarias deben desembolsar un 25% del valor de la adjudicación en el momento de firma de contrato más la diferencia entre el precio mínimo y la puja final.
Deberán pagar el resto en cuotas anuales.
Se calcula que entre los cuatro aeropuertos se generen 6,613 billones de inversión (2,1 billones de dólares)
Estas nuevas concesiones suponen la gestión del 12% del total de los usuarios de aeropuertos de Brasil.
Según el panorama que queda ahora, siguiendo cálculos de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) el 59% del total de los pasajeros de aeropuertos del país será administrado por manos privados.