Su puesta en libertad por parte del Tribunal Supremo Federal, que acogió una petición de habeas corpus, ya despertó la indignación de buena parte de la opinión pública, ya que el deportista fue condenado en marzo de 2013 a 17 años y seis meses de cárcel.
Poco después de su salida de la cárcel su abogado aseguró que varios equipos –más de 12, dijo– habían manifestado su interés en ficharle y que el exjugador del Flamengo volvería a pisar el césped antes de que acabase el año.
Tras estas palabras el movimiento Somos Todos Vítimas Unidas puso en marcha una petición online que ya han firmado casi 15.000 personas y que pide que ningún equipo le contrate.
"Los jugadores son considerados ídolos y no podemos aceptar este tipo de ejemplo para nuestros hijos (…) Exigimos una postura ética y moral y no solamente populista por parte de los dirigentes de los clubes", dice la petición.
El director ejecutivo del Bangu, Luiz Henrique Lessa, aseguró en declaraciones al periódico Extra que no existe la "mínima hipótesis" de que se materialice ese fichaje y desmintió los rumores.