Así lo confesó el responsable de carnaval del organismo municipal Riotur, Mário Felippo, que asumió que el número de "foliões" —como se conoce en Brasil a todos los que participan en la fiesta— fue excesivo en barrios como Copacabana, Barra de Tijuca y el Centro.
"De cara al año que viene reajustaremos los horarios de los desfiles para que pueda disminuir un poco la concentración de personas y tal vez suspendamos algunos blocos, en algunas zonas en que identificamos que no se pudo garantizar el orden", aseguró en declaraciones la cadena de televisión Globo.
A esto hay que unir los llamados blocos "ilegales", que salen a la calle de forma anárquica, sin permiso del Ayuntamiento, algo que Alves insistió en criticar porque causa trastornos en el funcionamiento normal de la ciudad.
Lamentó especialmente que alguno de esos blocos cortaran los accesos al aeropuerto Santos Dumont y la circulación del tranvía, por lo que anunció que se notificará a los responsables, que podrían pagar multas dependiendo del impacto causado.
"No podemos estimular el desorden, las personas que quieran disfrutar son muy bienvenidas, pero es necesario pensar en los demás, en la ciudad como un todo", aseguró.
El elevado número de personas en todos los blocos de la ciudad fue uno de los temas más comentados por los cariocas estos días en las redes sociales.
Algunos se felicitan por el resurgimiento que el carnaval de calle experimentó en la última década tras muchos años adormecido, mientras que la mayoría alerta de que el gigantismo que está adquiriendo podría hacer que muriera de éxito.
