"Esta vez los niños han tenido una participación exclusiva, y pese a ser tan pequeños, son conscientes de que deben proteger nuestra tradición para generaciones futuras", dijo a Sputnik el encargado de organizar esa fiesta, Carlos London, también presidente de la fundación de ferias y carnavales Isadora de El Callao.
London explicó que los pobladores de El Callao tienen el compromiso de festejar la celebración como la originaria.
"Quisiéramos mantener siempre nuestras raíces afroantillanas y de lo que nos sembraron aquí en El Callao", añadió.
En diciembre de 2016 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a esta celebración Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Ese reconocimiento, continuó London, incrementó "el amor y el apego" a esta tradición.
"El pueblo se ha volcado a participar en la celebración de la forma más espontánea y auténtica, también con más amor y apego que nunca; ese reconocimiento nos llena de mucho orgullo y alegría, porque nuestra manifestación ha sido elevada a ese nivel tan alto y vamos a seguir haciéndola", apuntó.
También agregó que al menos 25.000 personas han visitado esa ciudad para disfrutar del desfile de comparsas.
"Aquí en El Callao no hay carnaval sin Calipso y este ritmo es la fiesta máxima para nosotros, porque allí compartimos y celebramos vivencias; además utilizamos el Calipso para la vida cotidiana, decimos nuestras vivencias a través de él", señaló London, quien desde hace 40 años lo interpreta.
Asimismo explicó que este género no sólo una expresión musical para los pobladores de El Callao, "sino una actitud mental, una filosofía de raíces profundas" que permite comprender las mezclas que diferentes nacionalidades y culturas aportaron.