Además, hubo casos aislados de vandalismo, los conductores criticaron la mala señalización de las calles cortadas y muchas personas orinaron en la calle debido a la falta de baños químicos.
"En realidad hubo una preparación inferior a lo que debería haber sido, lo que no desobliga al ayuntamiento a cumplir su responsabilidad (…) hubo un número muy superior de vehículos, personas, vendedores ambulantes; en este sentido fallamos", admitió este lunes el alcalde.
La ciudad de Sao Paulo no cuenta con una tradición de carnaval de calle tan fuerte como Salvador de Bahía, Recife o Río de Janeiro y el fenómeno de los "blocos" es relativamente reciente.
Sin embargo, esta fiesta de carácter popular creció mucho en los últimos años: "El carnaval de Sao Paulo, desde el punto de vista de la calle, ya es el segundo mayor de Brasil, sólo queda atrás del de Salvador", aseguró Doria.