"El vuelo de las aeronaves y sus descargas ayudará bastante, y en horas de la mañana es el momento más eficaz para que esto se realice; es un incendio difícil, porque este es un lugar con muchas quebradas", señaló a CNN Chile el ministro de Agricultura, Carlos Furche.
La autoridad se encuentra en O'Higgins supervisando las labores realizadas en la localidad de Navidad, uno de los puntos críticos del país donde convergerán las naves anti incendios, para sofocar las llamas que han consumido en dicho lugar cerca de 3.000 hectáreas.
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"Este es un desastre que provoca gran temor a la gente y los aviones gigantes han tenido la doble virtud de colaborar para enfriar el terreno y además ayudar a las personas con sus emociones", remarcó Furche, respecto a la tranquilidad que entrega a los afectados el buen desempeño que han tenido las máquinas.
En tanto, la Justicia ya detuvo a seis subcontratistas de la empresa eléctrica CGE por supuestamente haber ocasionado las llamas, que ya destruyeron al menos 30 casas del poblado y cientos de plantaciones forestales.
Además de las aeronaves, en el lugar ya trabajan cinco brigadas de la Corporación Nacional Forestal y cinco del Ejército, una brigada llegada de Panamá, otro avión aljibe, maquinaria pesada a cargo de la construcción de cortafuegos y cientos de voluntarios.
El Ilyushin IL-76 concedido por el Gobierno de Vladímir Putin por tiempo indefinido al pueblo chileno, tiene una capacidad de descarga de 42.000 litros de agua y una maniobrabilidad que permite sobrevolar entre 50 y 100 metros sobre el objetivo, lo que permite mayor precisión en cada evacuación.
Por su parte, el SuperTanker arrendando por una chilena residente en Estados Unidos y costeado también por el Grupo Luksic del país, cuenta con un tope de 72.000 litros de agua y es considerado el avión cisterna más grande del mundo.
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Los equipos de emergencia combaten 152 incendios que se registran en la zona centro sur del país, mientras ya se han quemado unas 600.000 hectáreas de vegetación.