"El fin de las operaciones tendrá lugar en cuanto las cárceles de Ceará-Mirim, Afonso Bezerra y Mossoró estén listas, medidas que serán de medio a largo plazo", dijo el gobernador en una reunión con la secretaría de Estado de Seguridad Pública y Defensa Civil.
Además, el presidio está construido sobre una duna, lo que también dio pie a que los presos construyeran túneles subterráneos para fugarse, descubiertos recientemente por la Policía Militar.
De hecho, el propio gobierno confirmó que durante los días de la rebelión un total de 56 presos se dieron a la fuga, de los cuales cuatro fueron recapturados posteriormente.
Como solución de emergencia el gobierno del estado está construyendo un muro provisional con contendedores para separar a los presos y otro definitivo para separar varios pabellones, que estará listo en dos semanas.
También se instalará suelo de cemento en los alrededores de la cárcel para evitar fugas por medios de los túneles excavados en el terreno arenoso.