"Lo de Trump (…), es una ofensa a los mexicanos, lastima la dignidad de los mexicanos", dijo a periodistas el coordinador de la bancada en el Senado del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI, gobernante), Emilio Gamboa Patrón.
Gamboa Patrón precisó que lo que persigue el mandatario "es la unidad nacional y que en eso está pensando en estos momentos".
Por su parte, el senador Miguel Barbosa, quien fue presidente de la Cámara Alta hasta 2016, exhortó al mandatario a cancelar la visita "ante las acciones de intolerancia y hostilidad que ha anunciado Trump en contra de nuestro país".
"Sería un error del Presidente asistir a una reunión bajo las condiciones y formas impuestas por el presidente estadounidense, no puede negociarse bajo presión", dijo Barbosa, coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD; centroizquierda) en el Senado, cuerpo del Congreso encargado de aprobar la política exterior.
Las declaraciones fueron hechas mientras circulaban versiones no confirmadas de que el mandatario estaba "evaluando" la posibilidad de cancelar su visita a Washington, tras la orden firmada por Trump para comenzar la construcción de un muro fronterizo, según la agencia estadounidense AP, que citaba una fuente anónima del gobierno.
Mientras tanto, en la residencia presidencial de Los Pinos reinaba un hermético silencio, lo mismo que entre la misión de secretarios de Estado mexicanos que se reunieron en Washington con funcionarios de la Casa Blanca el miércoles, en un viaje respaldado por el Senado mexicano.
Acciones "Inhumanas"
"Este es un día triste para ambos países, las medidas anunciadas son acciones inhumanas, basadas en mentiras y parte de la estrategia de Trump para legitimar su campaña de odio, que echa por tierra la bandera de la libertad", añadió el líder parlamentario en una declaración escrita.
El presidente mexicano "no tiene por qué correr el riesgo de que Trump pretenda imponer sus condiciones; no debemos caer en ese juego", puntualizó el congresista.
Con la firma de las órdenes ejecutivas para la construcción del muro fronterizo, la eliminación de los recursos para las ciudades santuario y el endurecimiento de la frontera con 5.000 agentes fronterizos más, Trump "echó por tierra la bandera de la tolerancia, la libertad y la democracia que esa nación decía defender", puntualizó Barbosa.
La ola de exigencias para que la respuesta de México sea rotunda "sin sumisión" como planteó el propio mandatario al presentar su estrategia, se volvió casi unánime, y solo el PRI gobernante aguardaba con disciplina cualquier decisión ante el silencio presidencial.
No obstante, el líder del oficialismo lamentó las políticas de Trump que vuelven realidad sus amenazas, al señalar que "después de haber perdido un gran tamaño de territorio los mexicanos hemos buscado a través de muchos años una relación seria y madura con el socio comercial más importante para México, que son los Estados Unidos ".
Con el nuevo gobierno estadounidense "se van a fijar muchas reglas nuevas del juego, pero EEUU no puede vivir sin los mexicanos".
El congresista Marco Cortés, líder de los diputados del PAN, segunda fuerza parlamentaria después del PRI, también solicitó detener la visita.
"El presidente debería esperar otra oportunidad, en la cual no juguemos a los tiempos y las formas que el presidente Donald Trump nos está poniendo", planteó el partido que gobernó México de 2000 a 2012.
Margarita Zavala, principal precandidata a la presidencia del PAN, y esposa del expresidente Felipe Calderón, dijo que "el muro de Trump es un monumento al odio y a la intolerancia, es indigno de dos naciones libres y democráticas, los mexicanos lo rechazamos".
El historiador y novelista Héctor Aguilar Camin, director de la revista Nexos, apuntó en sus redes sociales que "Peña llegará a Washington con las cosas decididas en su contra, por lo pronto, el Muro. No debe ir".
"No recuerdo condiciones peores para un viaje del presidente mexicano a EEUU; Peña debe suspender su viaje", sentenció el influyente intelectual.
Esas voces se sumaron a las primeras reacciones de todo el espectro ideológico, social, académico y periodístico que pidió al presidente cancelar la reunión, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas fundador del PRD y líder moral de la izquierda.
El gobernador del central Estado de Guanajuato, Miguel Márquez del PAN, en clave de la industria automotriz, el senador Armando Ríos Piter del PRD y el excanciller mexicano Jorge Castañeda, fueron los primeros en plantear el rechazo del viaje, que seguía sin respuesta a las 19.00 (01.00 GMT).
