La revuelta fue causada por un enfrentamiento entre dos bandas rivales, PCC (Primeiro Comando da Capital) y Sindicato do Crime, cuyos miembros están cumpliendo su condena en la prisión.
Uno de los grupos entró en el bloque de la prisión donde se encontraban sus oponentes y provocó una pelea masiva, en la que, según la información disponible, tres presos fueron decapitados.
Según el portal Folha de Sao Paolo, unos 1.100 presos se encuentran en la cárcel, mientras la instalación puede alojar a 620 reclusos como máximo.
Desde principios de enero más de 100 personas murieron en las revueltas en las cárceles de Brasil, de los cuales al menos 33 presos murieron en una revuelta en una de las cárceles del estado de Roraima, y antes 60 personas cayeron víctimas del motín en la cárcel de la ciudad de Manaos, que duró más de 17 horas.