"Las causas estructurales que originaron el conflicto (1980-1992) no las resolvieron los acuerdos ni están resueltas ahora, 25 años después", señaló Cañas, uno de los miembros de la comisión de negociación que firmó los Acuerdos de Paz de El Salvador.
La pobreza, la exclusión social y la desigualdad siguen existiendo en el país centroamericano, "y eso genera una conflictividad social permanentemente", advirtió el también docente en la Universidad Nacional de El Salvador y en la Universidad Centroamericana.
Los acuerdos se cumplieron casi por completo en los aspectos políticos, de manera que se llevó a cabo una importante reforma en el sistema electoral y judicial y en las Fuerzas Armadas y se crearon nuevas instituciones como la Policía Nacional Civil.
Sin embargo, no se lograron grandes avances en materia económica y social, indicó.
"Se acordó crear ese foro para un nuevo diálogo que enfrentara los problemas económicos y sociales, y a los cuatro meses dejó de funcionar", señaló.
Ese fracaso, continuó, se debió principalmente a que de manera paralela al desarrollo de la negociación para terminar el conflicto armado se estaba llevando a cabo "una reforma neoliberal en lo económico muy profunda".
La guerra continúa
Si hay algo que no se pudo prever en el país tras la firma de la paz hace un cuarto de siglo es el grado de conflictividad social que se iba a generar con el surgimiento de diferentes formas de delincuencia, principalmente de parte de las pandillas, el narcotráfico y el crimen organizado, explicó Cañas.
"La guerra civil como tal terminó hace 25 años, pero hoy no hay paz, hay una conflictividad social muy aguda porque no hubo espacio para que se desarrollara una cultura de paz que sustituyera a la cultura de la violencia del conflicto armado", sostuvo el docente.
De hecho, el narcotráfico y los enfrentamientos entre pandillas por el control del territorio y de negocios como el cobro de sobornos a comercios y medios de transporte son las causas principales de la elevada tasa de asesinatos en el país centroamericano, considerado como uno de los más violentos del mundo.
"El fenómeno de la delincuencia, tal y como se conoce hoy en día, es multicausal; se desarrolló después del conflicto armado producto de la desintegración familiar, de la pobreza, de la falta de educación y la falta de opciones", agregó Cañas.
Migración
Otro fenómeno que muestra que el país no se ha reconciliado completamente después de la guerra civil es la migración, ya que solo en Estados Unidos hay algo más de dos millones de habitantes de origen salvadoreño.
"El país se sostiene con las remesas que mandan los salvadoreños de fuera; la migración es un problema", aseguró el investigador.
Según datos del Banco Central de Reserva de El Salvador, el país recibió 4.102 millones de dólares entre enero y noviembre de 2016 en ingresos de remesas familiares desde EEUU, lo que supone 255 millones de dólares más que en el mismo periodo del año anterior.
El Salvador sufrió un conflicto armado interno de 12 años entre el ejército y las fuerzas guerrilleras del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Cuando culminó, con los Acuerdos de Paz de 1992, que este lunes cumplen 25 años, había dejado alrededor de 80.000 víctimas mortales y miles de desplazados.
Tras la guerra, el FMLN se convirtió en un partido político y gobierna El Salvador desde 2009.