"Lamentablemente es un tema en evidencia; espero que dentro de veinte años quien esté en esta tribuna pueda decir que sólo está construyendo escuelas; en la seguridad pública la realidad actual nos lleva a la necesidad de construir nuevas cárceles", dijo en un acto en Porto Alegre donde entregó varias ambulancias.
Según Temer la construcción de nuevas cárceles forma parte de un plan de seguridad en el que el Ministerio de Justicia trabaja desde hace tiempo y que contempla cinco nuevas cárceles federales y otras 25 estatales.
"Las cárceles no van a resolver el problema, pero es el primer paso porque la situación es dramática", admitió Temer, que dijo que el Gobierno central aún tiene que negociar con los estados donde se ubicarán estos nuevos centros penitenciarios.
Temer también lamentó que en Brasil "no se cumple" el artículo quinto de la Constitución, que obliga a que los presos estén en establecimientos de acuerdo con la naturaleza del delito cometido, la edad y el género.
Temer reaccionó tres días más tarde y dijo que se trató de un "accidente pavoroso", lo que también fue criticado.
Después, el pasado viernes un miembro del gobierno, el secretario nacional de Juventud, Bruno Júlio, aseguró que tendría que haber una "matanza por semana"; las palabras desataron una nueva polémica y fue apartado del cargo rápidamente.