Los uruguayos que están en la Base Científica General Artigas están preparándose para pasar Nochebuena y Año Nuevo de la mejor manera posible. Armaron un árbol de Navidad, organizaron un 'amigo invisible' para que cada uno tenga un regalo y eligieron platos prácticamente idénticos a los que coronarán las mesas de todo Uruguay durante esas noches.
"Hacemos las mismas actividades como si estuviéramos en Montevideo en cuanto a los festejos. Si bien estamos alejados de nuestras familias y de nuestros seres queridos, el espíritu navideño no se pierde", aseguró a Sputnik dal Monte en comunicación telefónica desde la base uruguaya, ubicada en la Isla Rey Jorge, a unos 3.000 kilómetros al sur de la costa uruguaya y a 100 de la Península Antártica.
Para el coronel dal Monte, que ha pasado las fiestas navideñas en la base en otras instancias, tener esa oportunidad es "un privilegio", ya que a pesar del frío y la lejanía "no cualquiera puede pasar una navidad en la Antártida".
Por este motivo, ya sabían que iban a pasar Navidad en el continente blanco y vinieron "preparados". Antes de partir, durante los cursos de preparación para la expedición, previeron que debían poner algo debajo del árbol y programaron un amigo invisible.
"Ya sabíamos que estas fechas las íbamos a pasar acá y eso lo preparamos anteriormente. Cada uno trajo un regalo para dar. Evidentemente acá no podemos salir a un shopping a comprar algo, no hay nada para comprar. Eso viene preparado de allá", aseguró el coronel.
Pero debido al viento, la sensación térmica es de —5ºC, comentó dal Monte. Sin embargo, el coronel indicó que a diferencia de otros años, en estos días de verano austral no ha nevado tanto y ha habido deshielos, por lo que no se podrán hacer muñecos de nieve.
Durante los días de Navidad, el sol cae en Montevideo alrededor de las 21.00 horas y el amanecer ocurre cerca de las 05.00. Es decir que al momento de realizar el brindis con las 12 campanadas, ya es de noche. En la Antártida, debido a la latitud, la situación es bastante singular.
"Acá a medianoche es aún pleno día. El sol se oculta a eso de 23:30 o a medianoche, pero nunca deja de haber luz. Amanece a eso de las 2:30 de la mañana, así que prácticamente no hay oscuridad porque entre que se oculta el sol y sale, hay una penumbra pero no se llega a oscurecer", relató el jefe de la base uruguaya.
Otra ventaja que tienen en la Base Artigas al festejar la Navidad en la Antártida es que están en el mismo huso horario que todo Uruguay. De modo que es posible estar en permanente contacto con la familia a través de las vías de comunicación, que son numerosas.
La empresa estatal de telecomunicaciones Antel pone a disposición líneas de teléfono fijo con costo local desde cualquier línea de Uruguay, así como cobertura móvil y conexión a internet. Para saludar a los colegas de las bases cercanas, la comunicación se realiza a través de radio o en ocasiones a través de tarjetas electrónicas vía mail.
Lo que comerán durante las noches de celebración ya está planeado, y no difiere en casi nada con lo que comerán los uruguayos en sus tradicionales parrillas: en Navidad, será 'cordero a la pizza' —cubierto en salsa de tomate y mozzarella, luego gratinado— y en Año Nuevo, lechón al horno con ensalada.