Los delitos del político oficialista, quien gobernó seis años esa provincia fronteriza con EEUU hasta octubre pasado, están "relacionados con descuentos aplicados a servidores públicos de la entidad, en beneficio de un partido político", dijo la PGR, es decir el PRI del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
La PGR explicó en un comunicado que la denuncia presentada en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), establece que "durante el año 2015 se realizaron retenciones salariales indebidas a más de 700 servidores públicos de diversas dependencias de la administración pública del gobierno de Chihuahua".
Los descuentos a los salarios a los empleados públicos fueron "supuestamente destinados para apoyar a un partido político", insiste el reporte oficial sin mencionar al PRI que ha sido acusado de actos de corrupción en el mandato de Duarte.
El gobernador saliente de Chihuahua no tiene relación familiar con el gobernador del mismo apellido, Javier Duarte, que gobernó el sureño estado petrolero de Veracruz, prófugo de la justicia por delitos de multimillonario peculado.
"Estos hechos podrían constituirse en delito electoral" establecido en la Ley General de Delitos Electorales.
Dicha ley sanciona a aquel servidor público que "solicite a sus subordinados aportaciones de dinero o en especie para apoyar a un precandidato, candidato, partido político, coalición o agrupación política", dice la acusación.
El Ministerio Público en funciones de fiscal federal y la Agencia de Investigación Criminal (AIC), iniciaron la investigación, en coordinación con los elementos de la Policía Federal Ministerial, para recopilar las pruebas que acrediten ese delito electoral.
Varios gobernadores de México han sido investigados por corrupción, entre ellos cuatro políticos que llegaron al poder por el PRI, entre quienes destaca Humberto Moreira de Coahuila (2005-2011), quien fue presidente del partido gobernante durante la campaña electoral de Peña Nieto.
Otros políticos investigados al final de su mandato además de César Duarte de Chihuahua (2010-2016), son Javier Duarte de Veracruz, acusado de malversación de 2.500 millones de dólares, y Roberto Borge de Quintana Roo (donde está el emblemático balneario de Cancún, 2011-2017).
Durante la campaña electoral de 2012, Peña Nieto dijo que los gobernadores de Chihuahua, Veracruz, y de Quintana Roo, eran "el más claro ejemplo de jóvenes actores de la nueva generación política del PRI".
Todas las encuestas reflejan que la corrupción del Gobierno federal en el gobierno de Peña Nieto ha aumentado, y la más reciente del diario Reforma, del 1 de diciembre pasado, indica que el 71 por ciento de los líderes piensa que en los últimos 12 meses la corrupción ha aumentado y lo mismo dice el 57 por ciento de los ciudadanos.
