Yarrington quien gobernó este estado costero del Golfo de México, dijo a periodistas antes de desaparecer que no estaba huyendo de la justicia por una investigación revelada a la prensa sobre lavado de dinero en EEUU, pero después desapareció de la vida pública y sigue prófugo.
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La información "será considerada estrictamente reservada y confidencial", dice la oferta de recompensa de la PGR, similar a la emitida el pasado 11 de noviembre para encontrar y arrestar al exgobernador de Veracruz, Javier Duarte (2011-2016), otro político del PRI acusado de multimillonaria malversación de fondos.
Gobernadores en fuga
La PGR pide la participación de la sociedad en el combate a la delincuencia como un factor "de primordial importancia" y que "debe realizarse de conformidad con lo dispuesto en la ley" para arrestar al exgobernante acusado de "delitos, que por su gravedad y grado de violencia atentan contra la tranquilidad y paz pública".
También otro exgobernador del PRI en el mismo estado de Tamaulipas, Eugenio Hernández, fue procesado por EEUU el año pasado 2015, por lavado de dinero, pero todavía está libre sin paradero conocido.
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Otro caso de un político fugitivo es Jorge Torres López, exgobernador interino de Coahuila, durante todo 2011 acusado de delitos financieros en EEUU y que actualmente sigue en fuga.
Su antecesor, Humberto Moreira, quien asumió la dirección nacional del PRI cuando Peña Nieto desplegó su campaña electoral, fue acusado de corrupción, detenido en España y liberado por falta de pruebas, pero algunos de sus colaboradores cercanos están en la cárcel en Texas, acusados de lavado de dinero.
Tres exgobernadores más del partido gobernante, señalados por presunta corrupción, son Rodrigo Medina, que gobernó el norteño Nuevo León (2009-15), Roberto Borge que gobernó Quintana Roo, estado donde se localiza el balneario caribeño de Cancún (2011-16), y César Duarte en Chihuahua, fronterizo con EEUU (2011-16), pero las acusaciones en su contra aún no han producido resultados.