El gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, solicitó esta ayuda extraordinaria al Gobierno de Michel Temer alegando "insuficiencia de medios y agotamiento de los instrumentos destinados a la preservación del orden público, la integridad de las personas y el patrimonio".
La Asamblea de Río está siendo objeto de fuertes protestas en los últimos días por parte de funcionarios públicos y jubilados, que acumulan retrasos en el pago de sus sueldos y que ven amenazados sus derechos con el nuevo paquete de ajuste fiscal que se podría aprobar este mismo miércoles.
El pasado 8 de noviembre cerca de 400 agentes públicos de seguridad, muchos de ellos policías militares realizaron una protesta y acabaron invadiendo la Asamblea, y no fueron reprimidos por el comandante encargado de la seguridad, que poco después fue cesado de su puesto.