Los agentes le encontraron de casualidad cuando realizaban una batida relacionada con el tráfico de drogas; entraron en su casa, que estaba vacía, y le vieron encadenado.
Según relataron varios testigos al diario Folha de São Paulo, el hombre, llamado Armando Bezerra, estaba en un cuarto con un colchón, con fuerte olor a orín y heces y con una barba que le llegaba a la altura del ombligo.
Segundo vizinhos, a vítima é Armando Bezerra de Andrade. Eles contam que ele estudava na escola do bairro e tinha… https://t.co/QzkLpoUC4t
— Douglas Alves (@uberlandino) 24 октября 2016 г.
Vivía en la casa con su padre, su madrastra y el hijo de ésta, que no fueron detenidos por la policía y que incluso se mudaron el pasado sábado 22 de octubre, ante la indignación de los vecinos, que intentaron retenerles.
Algunos de estos vecinos sospechan que la madrastra, que es enfermera, dopaba al joven para mantenerlo en calma y le maltrataba, recordando que cuando aún vivía en libertad era frecuente verla pegándole en plena calle.