"El sueño de toda niña es convertirse en una princesa". Así se presenta en su sitio web la 'Escuela de Princesas' en Brasil. Se trata de una franquicia que acaba de lanzar su cuarta filial, esta vez en la ciudad más poblada del país, Sao Paulo.
"Lo que está en juego es cuestionar por qué enseñar solamente un modelo de feminidad a las niñas en lugar de varios", puntualizó la socióloga. Para Accioly, la existencia de esa escuela no está mal si propone la diversidad de las mujeres y no solo el refuerzo de estereotipos que imponen determinados patrones de comportamiento. "Los movimientos de derechos de las mujeres abogan por ampliar sus posibilidades, sin las limitaciones que desembocan en la violencia", agregó.
En entrevistas a la prensa brasileña, los idealizadores de la propuesta, la psicopedagoga Nathalia de Mesquita y su marido, el empresario Cleber Belato, defienden que la institución promueve la independencia de las niñas, para que sepan cuidarse solas. En ese sentido argumentan que aprender a coser, a cocinar y a organizar una casa las ayuda, por ejemplo, a vivir por su cuenta.
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A pesar del intenso debate provocado en las redes sociales, la página oficial de la escuela en Facebook también ha registrado el apoyo de internautas. Es posible encontrar comentarios de hombres felices con que haya una escuela que enseñe a las mujeres desde temprano a ser "buenas esposas para sus maridos".
A raíz de la polémica se popularizaron en internet noticias sobre iniciativas en otros países que van a contramano de la propuesta en Brasil. Entre ellas, un taller de "desprincesamiento" ofrecido por la Casa de la Cultura de la ciudad de Iquique, en Chile. En Australia, el estado de Victoria está implementando la asignatura "Relaciones Respetuosas" en los currículos de la enseñanza primaria y secundaria. De acuerdo con el gobierno del estado australiano de Victoria, el curso aborda temas relacionados a la desigualdad y la violencia de género a través de la deconstrucción de estereotipos.