"Es la primera vez que se hace un paro nacional de mujeres en todo el país, además de en otros lugares de la región", contó Mariela Velárdez, del movimiento social Frente Popular Darío Santillán.
La iniciativa surgió de manera espontánea, tras el Encuentro Nacional de Mujeres celebrado entre el 8 y el 10 de octubre en la ciudad de Rosario (centro).
"Surgieron desde entonces una serie de casos de femicidios con un gran nivel de violencia, con un método de violencia y un nivel de morbosidad muy alto que pasó a la parte mediática y social", contó la integrante del Frente Santillán.
El caso de Lucía Peŕez "es uno de los disparadores que nos lleva a movilizarnos, pero no es lo único", indicó la activista.
Velárdez se refirió al caso de una mujer de 41 años, Natalia Padilla, que apareció el 12 de octubre apuñalada en su automóvil en la ciudad de Córdoba (centro) mientras esperaba que su marido, conductor de una línea de autobuses, saliera de trabajar.
La pareja de la mujer fue finalmente acusada del crimen.
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También ese día se conoció el asesinato de otra mujer de 54 años por su propia madre.
Según trascendió, la anciana no aceptaba la orientación homosexual de su hija.
"Ésta es una problemática que nos identifica a todas las mujeres del mundo, pero a las latinoamericanas especialmente por el lugar que nos tocó vivir", sostuvo Velárdez.
Entre las 13:00 y las 14:00 hora local, las mujeres que participan en el cese de actividades se harán oír en las puertas de sus puestos de trabajo o de sus viviendas a través del llamado "ruidazo", un cacerolazo para visibilizar la protesta.
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