"América Latina es la región más urbanizada del planeta, fruto particularmente de equivocados conceptos de desarrollo a partir de la posguerra, cuando se creía que lo rural era malo. Hoy tenemos 81% de gente en la ciudad, esto generó las invasiones en Ecuador, las favelas en Brasil o sencillamente las conocidas barriadas", dijo Correa en la conferencia.
Destacó por ello que en "las invasiones", o asentamientos informales, "los pobres viven peor y pagan más", ya que no se puede hacer obra pública debido a que los terrenos no están urbanizados "y están en manos de traficantes de tierra que, además de estafarlos, les cobran hasta por los servicios de seguridad".
En ese sentido, el mandatario aseguró que la región aún paga "y muy caro la novelería de los modernizadores" pues el mal desarrollo urbano "es un problema tan grave" que incluso se puso como un nuevo eje en el programa del Gobierno ecuatoriano en 2013.
Hábitat III proyectará la urbanidad mundial para las próximas dos décadas https://t.co/qzPTnhlu3d pic.twitter.com/L4Hg3siixm
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 14 de octubre de 2016
A pesar de que Ecuador ha tenido grandes avances en la materia, añadió, el problema continúa porque "no es solo cuestión de pobreza y desorden", sino que también es un "problema cultural" pues "se tornó costumbre asentarse en cualquier lado y luego exigir servicios y la intervención del Estado".
Ante ello, Correa explicó dos problemas que, a su parecer, son cruciales: la debilidad de los gobiernos locales, directamente responsables del desarrollo urbano, la desigualdad y la exclusión.
"Las ciudades más grandes de Ecuador, Quito y Guayaquil, dependen del 55 y 58%, respectivamente de las asignaciones del Gobierno central, pero hay municipios con dependencia de hasta 99,8%", puntualizó.
Para Correa entonces es fundamental replantearse el reordenamiento territorial, incluso en su propio país, donde existen 221 municipios, "pese a que la ley siempre estableció tener al menos 50.000 habitantes (para alcanzar esa condición), pero el 70% no llega a este mínimo".
También reconoció que la falta de capacidades hace difícil el cumplimiento de las competencias municipales, entre ellas la de controlar el uso y ocupación del suelo, además de "la falta de voluntad política para hacerlo".
Inversión público-privada
"Los pobres no existen para el mercado porque no tienen capacidad adquisitiva (porque) siempre será más fácil y rentable construir una vivienda de 200.000 dólares que 10 de 20.000. Por eso debe intervenir el Estado, no se trata solamente de justicia social, se trata de evitar graves desestructuraciones sociales, hacinamiento y precariedad", advirtió.
Correa compartió la experiencia ecuatoriana y explicó que en su país se "ha cerrado el circuito de apoyo" otorgando financiamiento directo a los constructores de vivienda social para que desarrollen proyectos a favor de los más vulnerables.
"Aunque el programa ha sido exitoso falta mucho por hacer, con voluntad, decisión política y poniendo al ser humano como prioridad, invirtiendo el 1% del PIB entre el sector público y privado en 10 años tendríamos resuelto el déficit de vivienda", argumentó.
El mandatario fue escogido por unanimidad como presidente de la Conferencia de la ONU sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible.
La última agenda fue elaborada en Estambul, en la conferencia de Hábitat II en 1996.
La conferencia Hábitat I tuvo lugar en 1976 en Vancouver, Canadá, cuando la población urbana global alcanzaba el 37,9%, mientras que la segunda conferencia se realizó en 1996 en Estambul, Turquía, año en que la población urbana global llegaba a 45,1%.
