El 10 de octubre, el secretario de Estado de Seguridad, José Mariano Beltrame —su superior— también anunció que dejaba el Gobierno del Estado después de meses de críticas a la falta de condiciones de trabajo.
"Nuestros vehículos blindados tienen problemas de mantenimiento, solo uno está funcionando gracias a la iniciativa privada", ponía Veloso como ejemplo de las dificultades por las que pasan los policías en los últimos meses.
Falta de gasolina para llenar los depósitos o incluso de papel higiénico en las comisarías fueron algunos de los problemas detallados por los policías que organizaron numerosas protestas justo antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
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La situación de los agentes empeoró debido a la crítica situación financiera del estado de Río de Janeiro, cuyo gobernador en funciones, Francisco Dornelles, decretó el pasado mes de junio el estado de "calamidad pública".