El acuerdo prevé la venta del 100% de la participación del campo de Baúna y del 50% del campo de Tartaruga Verde; el primero está en operación desde febrero de 2013 y genera unos 45.000 barriles de petróleo al día, mientras que el segundo está en fase inicial de desarrollo.
La operación forma parte del plan de desinversiones de 2015-2016 que tiene como objetivo sanear la deuda de la compañía y aún tiene que ser aprobada por ambas empresas y por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
Desde 2015 Petrobras ya consiguió vender activos por valor de 9.700 millones de dólares, siendo el más importante de ellos la venta del 90% de los gasoductos Nova Transportadora Sudeste al consorcio liderado por Brookfield, con lo que la brasileña se embolsó 5.190 millones de dólares.