"Tenemos la camiseta argentina puesta, que nadie dude sobre esto", indicó el diplomático durante su comparecencia, transmitida en directo por la Cámara Baja.
Interrumpido en varias ocasiones por los diputados opositores, Foradori matizó el documento firmado el pasado 13 de septiembre en Buenos Aires por la ministra argentina de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, y el vicecanciller británico Alan Duncan.
Combatientes de #Malvinas piden explicaciones al Gobierno argentino en el Congreso — #Argentina https://t.co/gHXzGBqZzi
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 28 сентября 2016 г.
En aquel comunicado, el Gobierno argentino y el británico de Theresa May propusieron avanzar en el establecimiento de vuelos directos entre las islas Malvinas y terceros países con escala en territorio argentino.
El documento también planteó la posibilidad de profundizar "el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación y hidrocarburos".
"No se ha hecho un acuerdo, sino una hoja de ruta y algunas propuesta que tienen que ver con la historia que venimos llevando a cabo en los últimos años", insistió Foradori.
El diplomático fue increpado bajo la acusación de intentar sortear el papel del Congreso, que tiene la potestad de resolver cuestiones sobre pesca, hidrocarburos, y la soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas.
El segundo de la canciller Susana Malcorra recalcó que la historia "seguirá como quieran lo argentinos, según lo que diga el Parlamento".
Lea más: Senado argentino advierte que soberanía sobre Malvinas es "imprescriptible"
La presidenta de la Comisión de Exteriores y aliada del Gobierno, Elisa Carrió, también cuestionó al vicecanciller por afirmar que el Poder Ejecutivo tiene "plenos poderes" para firmar acuerdos con otros Estados.
"Es una estupidez decir plenos poderes", replicó Carrió en lo que fue una dura advertencia: "no van a poder obviar al Congreso, nosotros podemos rechazar los acuerdos".
La comisión de Exteriores aprobó la semana pasada una declaración en la que se reafirma el "rol insoslayable" del Congreso en las pautas que guían la política exterior de Argentina, en particular en asuntos tan sensibles como lo son la pesca y la explotación de hidrocarburos en el archipiélago.
Desde entonces ambos países mantienen un litigio por la soberanía de la región, que llevó a que en abril de 1982 la dictadura argentina (1976-1983) intentara recuperarlas por medio de una guerra que culminó el 14 de junio con la derrota argentina y con casi 1.000 muertos entre ambos bandos sólo durante el conflicto armado.
Reino Unido y Argentina retomaron sus relaciones diplomáticas en febrero de 1990, durante la gestión del expresidente Carlos Menem (1989-1999).
