"Guardo en el corazón la tristeza de la injusticia por el golpe parlamentario del que fui víctima (…) estamos ante un proceso sistemático de ruptura constitucional: primero me atacaron a mi y ahora atacan a Lula", dijo Rousseff, en una velada referencia a las denuncias contra el ex presidente en el marco de la Operación Lava Jato.
La segunda imputación de Lula relacionada con la trama corrupta estuvo ausente del discurso de Rousseff y del resto de participantes en el acto, en su mayoría simpatizantes de los izquierdistas Partido de los Trabajadores (PT) y PCdB o de sindicatos como la Central de Trabajadores Brasilenos (CTB) y la Central Única de Trabajadores (CUT).
Entre las impulsoras del acto estaban numerosas militantes de la ´Primavera de las Mujeres´, un movimiento feminista que tomó fuerza en los últimos meses y que entregó varios ramos de flores a la ex presidenta.
Dilma señaló que "en los últimos meses me han preguntado mucho de dónde sacaba las fuerzas para resistir".
"La respuesta está aquí, saco la energía de vosotros", dijo dirigiéndose al público.
A pesar de que Rousseff quiso extrapolar las muestras de apoyo a la defensa de la legalidad democrática lo cierto es que entre los presentes en el acto la mayoría eran votantes convencidos de Rousseff.
"Hay que movilizarse más; hay mucha gente que está esperando a ver qué pasa desde el sofá de su casa; pero ya te digo yo cuál va ser el resultado: será malo; esa gente que no se mueve no tiene noción de lo que está por venir", lamentaba en declaraciones a Sputnik Luis Carlos, un jubilado que siempre votó al PT.
En su opinión, "si la gente tuviera más memoria" recordaría como fueron los gobiernos del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con recortes y privatizaciones "vergonzosas" que ahora vuelven a estar sobre la mesa.
Rousseff apenas hizo menciones a Temer y prefirió deshacerse en elogios hacia Feghali, que según auguró será la primera mujer alcaldesa de Río.
Feghali, que también es diputada en el Congreso Nacional, destacó en los últimos meses en la defensa que hizo de Rousseff durante el proceso de "impeachment".
Sin embargo, está lejos de alcanzar el poder en Río y ocupa los últimos lugares de las encuestas: en primer lugar está el expastor evangélico Marcelo Crivella, del conservador Partido Republicano de Brasil (PRB), seguido de lejos por Marcelo Freixo, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), la formación predilecta por los desencantados con el PT.