Todo sucedió en una discoteca de Bariloche, la ciudad elegida por la mayoría de los estudiantes del país para realizar su viaje de egresados de la escuela secundaria. En la disco Cerebro había alumnos de distintos colegios, entre ellos, de la ORT, una escuela donde la mayoría profesa la religión judía. Los jóvenes disfrazados de nazis se acercaron a ellos y los insultaron. Comenzó una pelea y el escándalo alcanzó niveles nacionales.
Gelblung mostró su preocupación, no solo por el incidente protagonizado por los estudiantes, sino por lo que surgió a partir de ese hecho.
"En las redes sociales, todos sus amigos y compañeros siguen opinando igual. No es que asumieron que se equivocaron, sino que continúan con estas ideas", agregó el representante del centro.
Las autoridades del colegio de Lanús repudiaron los hechos y advirtieron que habrá sanciones. "Dijeron que ellos enseñan sobre el Holocausto en la escuela. Pero la opinión de los chicos es absolutamente distinta. Por eso habría que ver cómo lo trabajan", opinó Gelblung.
"Estas expresiones que afloran responden a un movimiento y a una ideología que ha permanecido vigente y vital durante el transcurso del tiempo", agregó Basti, autor de libros como 'Bariloche Nazi' o 'Hitler en Argentina'.
Para Basti, "se da el agravante de que sucede en Bariloche que ha sido una ciudad simbólica y reconocida por su pasado nazi". En efecto, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, muchos nazis huyeron hacia América del Sur. Uno de los lugares donde se radicaron fue Bariloche. Allí fue descubierto, en 1995, Erich Priebke, el temible capitán de las SS que fue responsable de la matanza de judíos en las Fosas Ardeatinas en Italia en 1944, en la que murieron 355 personas. En Bariloche, Priebke fue mesero, jardinero, y llegó a ser presidente del Instituto Primo Capraro, el colegio alemán de la ciudad.