"La paciencia se acabó; ahora es cuestión de subsistencia. Estamos en colapso. Vamos a aumentar la movilización gradualmente, no queremos radicalizarnos, pero el Gobierno nos está llevando a eso. La base está muy insatisfecha y sin perspectivas. No se puede descartar una paralización total" durante los Juegos Olímpicos de agosto, advirtió el presidente de la Asociación de Policías Civiles de Río, Fábio Neira.
Cientos de policías se reunieron el lunes frente a la sede de la jefatura de Policía en el barrio de Lapa en Río de Janeiro, capital del estado homónimo, y desde allí marcharon con carteles de protesta por las calles del centro hasta la sede de la Asamblea Legislativa.
"Queremos recuperar la integridad de los salarios, que los pagos vuelvan a hacerse en el segundo día hábil del mes, condiciones dignas en las comisarías, que se termine la cuota de combustible y que los (empleados) tercerizados vuelvan a trabajar", dijo Neira.
Las autoridades de la policía civil sostuvieron en un comunicado que comprenden los reclamos, que consideran justos, y que los comisarios evaluarían las denuncias realizadas en las comisarías durante el paro para dar curso a las más urgentes.