"Estamos enviando un proyecto de ley al Congreso para una reforma política ambiciosa", señaló Macri en un acto en la ciudad de Buenos Aires transmitido por la sede de Gobierno a través de Youtube.
La reforma del sistema electoral que propone el oficialismo será "transparente, equitativo y del siglo XXI" para ayudar a "unir a los argentinos", sostuvo el mandatario.
La reforma termina con las papeletas de papel para dar paso a un sistema electrónico de votación. Otorga mejores herramientas a la Cámara Electoral para hacer cumplir las leyes electorales, y constituye fiscalías especiales para mejorar la fiscalización de las elecciones.
Macri sostuvo además la necesidad de incorporar de manera obligatoria un debate presidencial obligatorio entre los candidatos a la sede de Gobierno.
Con vistas a realizar en el futuro una segunda reforma, "queda pendiente lo del organismo electoral independiente, que se haga cargo de todo el sistema, el financiamiento de los partidos en un sentido amplio, y terminar con la reelecciones indefinidas", prometió Macri.
El presidente sostuvo además la necesidad de concentrar el calendario electoral. En 2015, observó Macri, "casi hubo elecciones todos los fines de semana en Argentina"
"Si vivimos de campaña, es menos tiempo que tenemos para trabajar por nuestra gente", señaló.
La Dirección Nacional Electoral que supervisa los procesos electorales seguirá dependiendo del Ministerio del Interior. El presidente deslizó la idea de que ese órgano pase a ser independiente cuando se aborde la segunda etapa de la reforma política, previsto entre 2017 y 2019.