Rousseff fue suspendida de sus funciones el jueves por el Senado, que le inició un juicio político que puede acabar con su destitución definitiva en un plazo máximo de seis meses.
A juicio de Rossi, "en Brasil hubo una situación de golpe blando con la característica de que fue el parlamento el que desoyó la voluntad popular".
El Parlasur (Parlamento del Mercosur) abordó la situación la semana pasada, enviando una delegación que se reunió con Rousseff mientras el Supremo Tribunal Federal suspendía al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, principal impulsor del juicio político e imputado en varios escándalos de corrupción.
Pero Rossi se manifestó desalentado por su escaso margen de actuación, dadas las "miradas múltiples" de sus legisladores que dificultan "encontrar un posicionamiento unánime".
Es que en el Parlasur están representados tanto los partidos y movimientos de izquierda de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela que apoyan a Rousseff, como los de centro y derecha que han adoptado una postura más cautelosa o de defensa del proceso de "impeachment".