"No tengo ninguna duda de que detrás de este golpe de Estado está la factura ´Made in USA´", dijo Maduro durante una intervención televisada, y ofreció solidaridad a Rousseff al destacar que Venezuela "rechaza la canallada injusta que se ha hecho contra esta gran líder".
Maduro pidió "a los jefes y jefas de Estado a levantar una voz de dignidad y de justicia: lo que se está haciendo ahora a Dilma es un golpe de Estado tremendamente injusto (…) es una canallada que debe ser rechazada por los hombres y mujeres dignos".
El mandatario sostuvo que "poderosas fuerzas oligárquicas, mediáticas e imperiales han decidido acabar con las fuerzas progresistas, populares y de izquierda del Continente".
Brasil "es miembro de los BRICS (Grupo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y muy importante para el mundo, por lo que este es un golpe para que Brasil se detenga y para dañar a los BRICS y a la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe)", según el mandatario.
"El golpe de Estado en Brasil es una señal grave y peligrosa contra la estabilidad de todo el continente", insistió.
Caracas y Brasilia han sido estrechos aliados políticos durante los gobiernos del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y su sucesor Maduro en Venezuela, y de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Rousseff.