"Tenemos una red de albergues, el problema es que la gente no quería dormir bajo techo, y lo entendemos perfectamente", dijo el mandatario en un encuentro con periodistas transmitido por streaming en el sitio de la agencia de noticias Andes.
En cuanto a las medidas sanitarias para prevenir epidemias, el mandatario sostuvo que "la mejor manera de atender una crisis epidemiológica es evitarla y para ello disponemos de agua limpia".
Las autoridades siguen trabajando en el control de vectores de enfermedades, como el mosquito que transmite los virus del dengue, zika y chikungunya.
Hay 4.000 médicos, paramédicos y enfermeras, además de 1.500 voluntarios trabajando en la atención de salud de los afectados.
En cuanto a las medidas de seguridad, Correa informó de un despliegue de 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, 8.300 de ellos en las zonas del desastre; 4.521 policías para el control del orden público y la prevención de saqueos.
"Hemos recibido rescatistas de Chile, Colombia, Venezuela, entre otros; la solidaridad internacional ha sido increíble", añadió.
El mandatario anunció que en la noche de este miércoles dará a conocer medidas temporales para enfrentar la crisis.
Según Correa, el sismo de magnitud 7,8 fue el peor desastre natural que vive Ecuador en casi 70 años; en el terremoto de 1949 en Ambato (centro del país) fallecieron unas 5.000 personas y desaparecieron pueblos enteros.