Según los datos recogidos, Brasil acabó el mes de noviembre con 23.200 despidos en el sector de la construcción que, tras 11 meses de caídas, pasó a tener 2,9 millones de trabajadores en sus filas, es decir, un nivel de empleo similar al que contaba en agosto de 2010, todo ello a pesar de las grandes obras de infraestructura llevadas a cabo en Río de Janeiro con los Juegos Olímpicos.
Entre los motivos expuestos en el estudio, la desconfianza de las grandes empresas de la construcción en las perspectivas de mercado y el congelamiento de grandes proyectos de infraestructura por parte del sector público del país, inmerso en una grave crisis de liquidez en al menos 14 de los 27 Estados de Brasil, fueron los más destacados.
Cabe recordar que, según los datos de Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la mayor economía de América Latina cerró el 2015 con 1,2 millones de trabajadores despedidos y una tasa de paro del 8,4 por ciento, un resultado notablemente peor al registrado en los años anteriores: 6,9 por ciento en 2014, 7,4 por ciento en 2013 y 7,5 por ciento en 2012.