"En los primeros tres meses del próximo año (2016) estaremos lanzando una licitación para líneas de transmisión eléctrica por 1.200 kilómetros", para conectar el Istmo de Tehuantepec, fronterizo con Guatemala, con el centro del país latinoamericano, dijo Coldwell en un discurso.
La transmisión y distribución de electricidad están consideradas como “actividades estratégicas” en la Constitución mexicana, exclusivas del Estado; pero gracias a una reforma energética constitucional —que entró en vigor en 2015-, han sido autorizadas las licitaciones de contratos operados por privados.
México busca en los próximos años construir cerca de 2.500 km en gasoductos y una inversión de 13.400 millones de dólares, dijo el responsable federal de Energía en el 21 Aniversario de la Comisión Reguladora de Energía (CRE, regulador estatal).
La CRE es el ente encargado de administrar y aprobar permisos en el sector de hidrocarburos, petrolíferos –junto con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)-; y toda la cadena eléctrica con la Comisión Federal de Electricidad, (CFE, organismo estatal).
La apertura energética en el sector eléctrico completa el ciclo de implementación de la reforma energética, aprobada en diciembre de 2013, que en julio de este año puso fin al monopolio estatal en la industria petrolera, en el cual la Petrolera Estatal Pemex operó como único actor durante 77 años.
Además, los generadores privados concursarán por contratos de certificados de energías limpias para 20 años, al igual que generadores de potencia y energía eléctrica por 15 años.
Para satisfacer la demanda de energía eléctrica en los próximos 15 años, México requerirá 54.950 megavatios de capacidad adicional (4.848 MW se encuentran terminados o en proceso de construcción o licitación y 50.102 MW corresponden a proyectos futuros), de acuerdo con cifras oficiales.