"Distintas entregas por parte de autoridades extranjeras, así como de restituciones voluntarias por parte de personas en diversos países", quedaron bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las piezas de valor histórico incalculable fueron regresadas desde Bélgica, Canadá, El Salvador, España e Italia, así como las ciudades estadounidenses de Albuquerque, Dallas, El Paso, Raleigh y San José.
Los especialistas del INAH trabajarán en "establecer qué culturas prehispánicas elaboraron las joyas arqueológicas y obtener datos sobre reptiles que vivieron hace más de 65 millones de años, dijo la cancillería", dice el reporte.
Dentro del conjunto de bienes destacan un yugo de la cultura olmeca, elaborado en granito de un intenso tono oscuro y veteado, que presenta motivos decorativos finamente detallados de cabeza de serpiente en ambos extremos; se cree que formó parte una ofrenda funeraria de un caballero noble.
La pieza representa la forma de un aditamento utilizando en el ritual del juego de pelota de las culturas de Mesoamérica, antes de la llegada de los conquistadores y evangelizadores españoles.
También fue devuelto un fósil de mesosaurio (reptil acuático) casi completo en roca sedimentaria de tono rojizo pálido, cuya antigüedad se calcula entre 270 y 300 millones de años.