La Operación Zelotes se inició el pasado 26 de marzo con el objetivo de investigar la manipulación de los procesos llevados a cabo en el Consejo de Administración de Recursos Federales (CARF) por parte de diversos consorcios empresariales, lo cual habría significado la aprobación de importantes incentivos fiscales en favor de las empresas del sector automovilístico.
Cabe recordar que la acusación de tráfico de influencias también habría sido empleada contra el propio expresidente Lula da Silva en la investigación del Ministerio Público Federal que investiga su supuesta intermediación en los negocios desarrollados por la constructora Odebrecht en países de América Latina y África así como su supuesta relación con el magnate detenido en la Lava Jato, Marcelo Odebrecht.
La semana pasada, el Tribunal Supremo Federal (TSF) denegó a Fabio Luís Lula da Silva, otro de los hijos del expresidente Lula, el acceso a los datos de la investigación en su contra sobre el presunto pago de 2 millones de reales (518.920 dólares) para gastos personales señalado por el delator de la Operación Lava Jato, Fernando Soares "Bahiano", y recogido en un artículo del periódico brasileño O' Globo.
Una acusación más para el clan Lula, que el hijo del expresidente al que se le conoce como "Lulinha", se apresuró en negar al afirmar que "jamás" recibió "valor alguno" de Fernando Soares y solicitar al STF el acceso a las declaraciones de Soares ante el Ministerio Público y la Policía Federal con el objeto de "proponer acciones judiciales que protegiesen su imagen y honra", una solicitud que finalmente fue rechazada por el juez, Teori Zavascki.