“Convoco a los indecisos e independientes para esta agenda del gran futuro del desarrollo argentino”, dijo Scioli ante sus partidarios en la sede del comando de campaña situado en el estadio Luna Park de Buenos Aires.
Buena parte de su discurso estuvo destinado a reafirmar los ejes electorales de su campaña y a diferenciarse de su más cercano contendiente, el centroderechista Mauricio Macri.
Para asegurarse la presidencia, un candidato debe obtener 45 por ciento de los votos o 40 por ciento y una diferencia de 10 puntos respecto del segundo más votado. Si ningún postulante llega a tales cifras, los dos primeros irán a segunda vuelta el 22 de noviembre. Todavía no se han difundido cifras oficiales.
“Mi fuerza es la de todos porque quiere integrar a todos los argentinos”, expresó acompañado de su candidato a vicepresidente, Carlos Zannini.
“Les pido que nos siga acompañando; seguiré buscando los puntos de encuentro necesarios para alcanzar definitivamente la victoria de todos los argentinos”, agregó Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires.
“Gracias por esta nueva victoria. Nuestro querido pueblo habló a través de las urnas. Este triunfo, esta nueva demostración de confianza nos convoca a todo nuestro espacio político a actuar con mucha responsabilidad y prudencia para respetar estrictamente lo que marca la ley electoral”, dijo.
El candidato solicitó paciencia para “esperar y respetar la voluntad popular y el resultado definitivo de las urnas”, y convocó a la militancia a esperar una hora, cuando se presentará de nuevo ante el país para comentar los resultados que se conozcan.
“A quienes antes eligieron otra propuesta, los convoco muy especialmente porque llegó el día que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, enfatizó en referencia a la famosa frase del expresidente Juan Domingo Perón.
“Creo que solo como lo viene demostrando este proyecto político se puede crecer distribuyendo, empujando de abajo de arriba”, agregó.
Scioli también evocó al exmandatario Néstor Kirchner al repetir sus palabras “creemos que las convicciones no se dejan en la puerta de la casa de Gobierno”.
“Estoy listo para el 10 de diciembre”, fecha en que un nuevo mandatario debe ser investido en el cargo, aseguró. “Existen dos visiones muy diferentes del presente y del futuro de Argentina. Ratificamos que nuestra prioridad son los humildes, los trabajadores y la clase media”, aseguró, arrancando la ovación del auditorio.
Confió en gobernar para generar una sociedad cada vez integrada, segura y en paz, y afirmó que los cambios debían ser hacia adelante, “siempre incluyendo a los más necesitados”.
Scioli también tuvo palabras especiales para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Mi agradecimiento a la presidenta de la nación, porque el 10 de diciembre asumiré en un país normal, desendeudado y con paz social”, indicó.
El candidato se comprometió a representar a todo el país, a garantizar el trabajo y la industria, a defender la independencia económica del país frente a los fondos buitre, y a evitar que la deuda asfixie la nación.
También prometió respetar la justicia y los derechos humanos, seguir con la recuperación de los trenes, las carreteras y la línea de bandera Aerolíneas Argentinas.
Se definió como “un presidente previsible, coherente y confiable que no ha estado cambiando de discurso durante la campaña”.
El gobernador bonaerense mencionó específicamente a su principal rival en la mitad de su discurso.
“Tengamos claro que si fuera por Macri, no tendríamos (el subsidio) Asignación Universal por Hijo, (la petrolera) YPF, (la administración de seguridad social) Anses y Aerolíneas Argentinas”, lanzó. “Hubiéramos salido a pagarle sin condicionamientos a los fondos buitre. Hace falta mucha experiencia y no experimentos riesgosos”, concluyó.
El postulante prometió avanzar hacia el futuro, sin “saltos al vacío”.
“Nuestro trabajo lo volvemos a ratificar: Tierra, Trabajo y Techo para todos, como dice el Papa Francisco”, concluyó.
