Fueron detenidas 12 personas, nueve de ellas colombianas, y hay 16 prófugos con pedido de captura internacional: dos argentinos, un portugués, un ciudadano de Guinea Bissau, un español y 11 colombianos más.
El procedimiento era bastante sencillo: hervir el arroz en el agua con la cocaína diluida. El cargamento, por valor de un millón de dólares, con destino a España, pretendía probar la ruta, para luego enviar entre 200 a 300 contenedores mensuales bajo la cobertura de la ayuda humanitaria al continente africano. La ruta era Rosario–Buenos Aires–Brasil–Guinea Bissau–Europa.
La caída de la banda es resultado de varios años de investigaciones, que se iniciaron con la detención, en 2011, de una colombiana que enviaba “mulas” con cocaína a Europa en 2011, el arresto de un neozelandés que envió a su suegra en un vuelo con 26 cápsulas de cocaína en el estómago, que culminó con la muerte de la mujer, y el descubrimiento de un cargamento de biodisel con droga diluida con destino a España, según escribe la periodista Virginia Messi en el diario Clarín.
La banda era liderada por los hermanos colombianos Erman y Willians Triana Peña, que serían cercanos al cartel del Norte del Valle, y que operaban con dos ex intengrantes de la policía colombiana, Carlos Olmedo Silva Cárdenas y Nadín Ardila Angulo. Los hermanos Triana vivían en barrios lujosos del norte de Buenos Aires.
También fue arrestado un abogado argentino, que encabezaba varias sociedades sospechosas de lavar dinero, y un médico oncólogo, especializado en pacientes terminales, después de allanamientos en las localidades de Rosario, Tigre, Nordelta y Capital Federal.