De esta manera, el ministro más neoliberal del gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff, consigue disipar las dudas aparecidas en los mercados financieros internacionales después de la inesperada rebaja de la nota del crédito por parte de la agencia de rating norteamericana Standard & Poor´s, además sanea su previsión de gastos para 2016, que en los Presupuestos Generales presentados hace una semana ante el Congreso Nacional suponían un déficit primario del 0,5 por ciento del PIB.
Sin embargo, la gran noticia de este lunes fue el anuncio de la vuelta de la Contribución Provisional sobre los Movimientos Financieros (CPMF), un impuesto que entre 1997 y 2007 agravó las transferencias financieras en el país con un 0,38 por ciento del valor de las mismas, una opción que a pesar del gran rechazo que produce entre la población de Brasil permitirá, según Levy, "garantizar el pago de las jubilaciones y disminuir el déficit de la Seguridad Social".
"Es una contribución de plazo determinado, con un objetivo fijo y que será pagar las pensiones y dar tranquilidad a la Seguridad Social", aclaró el ministro, quien estimó su aplicación por espacio de 48 meses, es decir, todo el segundo mandato de Rousseff consiguiendo durante este tiempo una recaudación equivalente al 50 por ciento del total que será recortado.
Por último, Levy informó que los Presupuestos Generales que deberán rehacerse tras el anuncio contarán esta vez con una contracción del PIB del 2,55 por ciento en 2015 y del 0,6 por ciento en 2016, por tanto unos cálculos mucho más cercanos a la estimación de los mercados y de una mayor credibilidad, restando con ello importancia a la rebaja de la nota del crédito de S&P.
Puede decirse que el objetivo final de Dilma Rousseff de mantener intacto el presupuesto de los programas sociales del gobierno será cumplido, un mazazo a quienes, como el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, dijeron en estos días que la única manera de evitar el descalabro en las cuenta del gobierno de Brasil sería acabando con unos programas que han sacado a 22 millones de brasileños de la pobreza.