En concreto, el país logró reducir un 27 por ciento su Índice de Vulnerabilidad Social (IVH) entre los años 2000 y 2010, situando la tasa de riesgo de exclusión social de un 0,446 a un 0,326, una disminución drástica coincidente con los primeros años de los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
De hecho, los municipios del país que consiguieron pasar de una tasa de riesgo "baja" a una tasa "muy baja" pasaron en la década de 638 a 2.326, mientras que los municipios calificados como áreas de "alta" o "muy alta" exclusión social se redujeron de 3.610 a 1.981, es decir, prácticamente a la mitad.
Sin embargo, a pesar de la evolución que demuestra el estudio, se mantienen intactas las diferencias sustanciales de renta entre los Estados pobres del Norte y Noreste (Acre, Alagoas, Amará, Amazonas, Maranhao, Pará, Pernambuco, Rondonia y Bahia) con los Estados ricos del Sur y Sudeste del país (Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Rio Grande del Sur, Santa Catarina, Goias).
Por otra parte, otro de los indicadores aportados por el estudio, el Indice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM), lanzó los peores datos en torno a la composición social del país, al desvelar que todavía existen 1.307 municipios en Brasil (un 23,48 por ciento del total) que mantienen un índice de prosperidad social especialemente bajo, siendo el 80 por ciento de los mismos pertenecientes a la región Noreste.
Acrecentando esta dicotomía Norte-Sur, los 1.677 municipios (el 30,13 por ciento del total) con los niveles IVH y IDHM más favorables del país se situaron principalmente en los Estados de Sao Paulo, Santa Catarina y Rio Grande del Sur, lo que, según el estudio, "evidencia la existencia de un país polarizado, con realidades, necesidades y prioridades sociales distintas que deben ser estudiadas y atajadas".
Uno de los datos más positivos divulgados por el IPEA este martes fue la reducción drástica del porcentaje de población sin acceso a la recogida regular de basuras, que pasó del 8,88 por ciento a apenas un 2,98 por ciento, mientras que los hogares sin acceso a agua y con estructuras de alcantarillado se redujo del 8,91 al 6,12 por ciento en el mismo periodo.
Por último, cabe destacar la reducción del 30,57 al 16,7 por ciento en la mortalidad infantil de bebés de menos de 12 meses, mientras que los niveles de escolarización para los menores de hasta 5 años de edad pasó del 56,85 por ciento a un 76,21 por ciento siendo el número de casas en las que ninguno de sus habitantes completó los estudios básicos también menor: del 49,86 por ciento a un 30,39 por ciento en 2010.
