La presidenta ha asumido que el futuro es "imprevisible" y que los problemas de China añaden más dudas; en este sentido ha dicho que no solo Brasil tendrá más dificultades por su papel de exportador de "commodities", sino también los países que exportan máquinas y equipamientos al gigante asiático.
Tema: Crisis bursátil en China
Según Rousseff, dentro del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) la percepción general era que la crisis era "superable", pero la situación cambió después del acuerdo entre Estados Unidos e Irán, que colocará en el mercado internacional entre dos y tres millones de barriles de petróleo: "Nadie lo podía imaginar", ha dicho Rousseff.
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Preguntada sobre su relación con el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha (Partido del Movimiento Democrático de Brasil, PMDB), importante rival del Gobierno que se ha visto salpicado por el escándalo, Rousseff ha sido irónica: "Hoy estoy budista. Hoy soy Dilmita paz y amor", ha asegurado, sin querer añadir nada más.
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Rousseff también ha confirmado que eliminará diez de los 39 ministerios, como se anunció el lunes, y aunque no ha precisado cuáles ha dicho que "todo el mundo está favor" y que una reforma de tal magnitud no la puede llevar a cabo sola.
Además, ha elogiado al vicepresidente Michel Temer (PMDB), que este lunes anunció que deja la función de articulación política; para Rousseff su trabajo ha sido un "éxito" porque ha conseguido unir a los parlamentarios para que votasen a favor de las medidas de ajuste que proponía el Gobierno.