"Los efectos del cambio climático (como) las recurrentes inundaciones y huracanes, y los terremotos, sumados a la creciente inequidad social, la violencia (y) el crimen organizado, hacen el acceso humanitario cada vez más difícil e incrementan la necesidad de protección y asistencia", señaló Wendy Cue, jefa de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios para América Latina (OCHA, por sus siglas en inglés), en el boletín de este mes.
Según la OCHA, 6,4 millones de personas sufrieron por diversos desastres entre enero y agosto; casi 2,5 millones por epidemias; unos dos millones por sequías e inseguridad alimentaria y 1,5 millones por las inundaciones.
América Latina y el Caribe es una región "extremadamente proclive al desastre", señaló Cue en el comunicado.
Entre las catástrofes más graves de los últimos años en el continente americano se destacan el huracán Katrina, que arrasó la ciudad estadounidense de Nueva Orleans en 2005, el terremoto que devastó la capital de Haití en 2010 y la situación de millones de desplazados por más de medio siglo de conflicto armado en Colombia.
Katrina
El 29 de agosto de 2005 el huracán Katrina tocó tierra en la sureña ciudad estadounidense de Nueva Orleans.
Un fallo en el sistema de diques de la ciudad –cuya altitud media se encuentra por debajo del nivel del mar—, provocó la inundación del 80 por ciento de su territorio.
Entre los efectos del huracán y los de la inundación, más de 1.800 personas murieron.
La gubernamental Agencia Federal para la Gestión de Emergencias fue duramente criticada por su lentitud para actuar frente a un desastre de tal magnitud, e incluso el entonces presidente George W. Bush fue acusado de desinterés en la población negra, la más afectada por el huracán y la crecida.
Katrina desplazó a unas 700.000 personas, de las cuales solo la quinta parte fue atendida por las autoridades. En 2010, unas 260 familias aún habitaban viviendas de emergencia.
Decenas de países y organizaciones ofrecieron más de 800 millones de dólares en ayuda a EEUU, de los que solo se usó menos del cinco por ciento.
Washington rechazó 54 de las 77 ofertas que recibió en personal médico, alimentos, dinero e insumos sanitarios.
Haití
El 12 de enero de 2010, un terremoto de magnitud 7.0 destruyó buena parte de la capital de Haití y de otras zonas, dejando más de 300.000 muertos, unos 350.000 heridos y cerca de 1,5 millones de personas sin hogar, en lo que fue calificado como una de las catástrofes más graves de la historia.
Haití es el país más pobre de América Latina y el Caribe, con aproximadamente el 70 por ciento de su población en la pobreza.
La ayuda humanitaria que la comunidad internacional prestó a Haití tras el terremoto fue muy cuestionada.
Según el Observatorio de Políticas Públicas y de la Cooperación Internacional de Haití, el 95 por ciento del dinero de la cooperación estadounidense regresó al país de origen.
"Ese dinero se ha quedado en las organizaciones y no ha llegado al Gobierno haitiano para que lo gestione y con ello fortalecer las estructuras del Estado y la administración pública", denunciaba en 2013 el escritor haitiano François Kawas, en una entrevista para el diario español Diagonal.
Según un informe de Amnistía Internacional de enero de este año, en ocasión del quinto aniversario del terremoto, en septiembre de 2014 todavía había 80.000 personas en campamentos de desplazados.
Huir de la guerra en casa
Según el Registro Único de Víctimas de la estatal Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas de Colombia, 87 por ciento de las más de siete millones de víctimas del conflicto armado colombiano se vieron forzadas a dejar sus hogares.
Colombia vive una guerra civil de más de medio siglo entre guerrillas de izquierda, fuerzas del Estado y grupos paramilitares de extrema derecha.
La no gubernamental Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento contabilizó entre 1985 y 2013 casi seis millones de personas que escaparon de sus casas o sus tierras para salvar la vida.
En 2014, unas 211.000 personas se desplazaron, indican datos de la Unidad de Víctimas publicados por la oficina colombiana de la OCHA.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria fue instaurado en 2008 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La fecha elegida es un homenaje a las 22 víctimas del atentado contra el cuartel general de la ONU en Bagdad, perpetrado en 2003.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó que este es un día para homenajear la "dedicación desinteresada y el sacrificio de los trabajadores y voluntarios de todo el mundo que se abocan, muchas veces poniendo su propia vida en peligro, a ayudar a los más vulnerables".
Más de 100 millones de personas en todo el mundo necesitan actualmente asistencia humanitaria para sobrevivir, indica la ONU.
