Las obras se adquirieron con el dinero de los sobornos, un mecanismo habitual para lavar dinero que en el caso de Petrobras se volvió muy frecuente, según explicó en sus confesiones a la Policía el empresario Milton Pascowitch, uno de los delatores de la trama.
Pascowitch, por ejemplo, explicó que el exdirector de Servicios de la petrolera semiestatal, Renato Duque, le orientó para que adquiriera en subastas una pintura del paisajista brasileño Guignard (380.000 dólares) y una pieza del escultor de origen polaco Frans Krajcberg (220.000 dólares).
Desde que arrancó la Operación Lava Jato en marzo del año pasado ya son unas 200 las obras de arte que la Policía Federal ha requisado, y por el momento todas ellas se dirigen al museo de Curitiba, por ser en esta ciudad donde se está juzgando el caso.
Conscientes de la expectación que estas obras habían creado, los responsables del museo inauguraron el pasado mes de abril la exposición "Obras bajo custodia del MON", una selección de 48 obras que incluye tres pinturas de Cícero Dias, la obra "Roda de Samba" del carioca Heitor dos Prazeres, siete fotografías de Miguel Rio Brancos y piezas de otros artistas brasileños de prestigio como Vik Muniz y Di Cavalcanti.