Estos sectores opositores que reclaman el fin de la corrupción en Honduras se entrevistaron en las últimas semanas con personal diplomático de los países latinoamericanos mencionados, quienes expresaron las implicancias de que en Honduras y en el vecino El Salvador se instalen réplicas de la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG).
"Podemos entender su temor, pero nosotros no estamos luchando por implementar este modelo en América Latina, sino que luchamos por el caso concreto de Honduras, cuyo Gobierno es altamente corrupto", dijo a Sputnik Nóvosti un miembro de los indignados, Ariel Varela.
Desde que saliera a la luz el escándalo del Instituto Hondureño de la Seguridad Social, un desfalco de 350 millones de dólares que involucra al partido del presidente Juan Orlando Hernández, cada viernes se repiten las manifestaciones reclamando justicia y la renuncia del mandatario.
"El Gobierno ha despilfarrado los fondos públicos, por eso vamos a seguir presionando y saliendo a las calles a protestar", insistió Varela.
En Guatemala, la CICIG es implementada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y su mandato, que debe ser renovado por el parlamento, se remite a actuar en la reforma del sistema judicial y policial y a encabezar investigaciones penales de alto perfil.
Junto con Honduras y El Salvador, los tres países forman el Triángulo Norte de América Central, sometido a una ola de corrupción y criminalidad sin precedentes y donde las mafias han elevado las tasas de asesinatos a los primeros lugares mundiales.
Esta semana, los Gobiernos de Honduras y de El Salvador mostraron su rechazo a este tipo de comisiones, que habían sido insistentemente recomendadas por altos funcionarios de Estados Unidos.
"Creo que sería inteligente para El Salvador y Honduras buscar un aporte o una ayuda de la comunidad internacional. Cada país tiene que determinar cuál sería la estructura, pero CICIG en Guatemala funcionó bien", dijo el 7 de julio el consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, según el portal salvadoreño El Faro.
Shannon se encontraba de visita en los dos países para discutir la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica, un ambicioso plan de inversión del Gobierno estadounidense destinado a fomentar el desarrollo de esa región y reducir la incidencia del crimen organizado y la violencia.
Poco antes, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, había sugerido a las autoridades de Honduras y El Salvador que replicaran el modelo de la CICIG.
Según la prensa hondureña, del presupuesto de 675 millones de dólares que el Senado estadounidense aprobó para la Alianza para la Prosperidad, dos millones de dólares "deberán estar disponibles para la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICI)".
Esta semana, el diputado y expresidente hondureño Manuel Zelaya presentó a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para crear una CICI, haciéndose eco de las protestas indignadas.
La votación de la iniciativa se llevará a cabo a finales de año.
"Tenemos el apoyo de muchos sectores de la sociedad. Yo creo que lo vamos a lograr", dijo el activista Varela.
