México está inmerso en un proceso de transformación y ha dado pasos decisivos hacia cambios estructurales "en dos necesidades ante la exigencia de la sociedad, muy importantes: el de la transparencia y el de combate a la corrupción", dijo Peña en un foro ante empresarios de las dos naciones.
"México tiene una sólida estabilidad macroeconómica y es prioridad para este Gobierno conducirse con gran responsabilidad para mantener esta condición", la cual ha tomado tiempo construir y consolidar, dijo el mandatario, mientras en Europa batalla con la crisis financiera de Grecia.
"Frente a la volatilidad que el mundo vive, frente a la gran volatilidad financiera, frente a este clima externo que hoy todos los países y economías emergentes tenemos que enfrentar, la mayor fortaleza para nuestro país es nuestra estabilidad macroeconómica", afirmó Peña.
México "es una economía abierta al mundo, un gran promotor del comercio exterior, de establecer flujos comerciales con distintas partes del orbe", dijo Peña.
El rey Felipe VI, afirmó a su turno que el progreso económico que generan juntos España y México "es un síntoma y un aval muy claro y positivo del excelente estado de las relaciones bilaterales, e informó que en el 2014 el flujo comercial entre ambos países fue cercano a los 9.000 millones de euros".
Esa cifra, agregó, "habla por sí sola. Es una apuesta decidida, en constante aumento y, además, con vocación de permanencia", dijo el monarca.
Las empresas españolas "crean riqueza, generan empleos y se integran en México y su sociedad; poseen un gran nivel de excelencia y liderazgo, y están presentes tanto en sectores de vanguardia de la economía mexicana, como también en sectores tradicionales", dijo el líder ibérico.
"La contribución de las empresas españolas queda patente, cuando consideramos que ya hay más de cinco mil 300 empresas implantadas en México", indicó.
En total, en México existen 5.300 empresas españolas, de acuerdo con un reporte de la secretaría de Economía.