"Nuestros países no viven en soledad, son parte de un bloque regional de enorme potencial que no está todavía a la altura", reconoció Vázquez en su comparecencia junto a Rousseff en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia de Brasil, y añadió que Mercosur debe "recuperar la confianza y credibilidad" para concluir que "seríamos poco sinceremos si dijésemos que Mercosur, tal y como está, nos complace".
Acto seguido, Rousseff quiso recordar la "sinergias" ente las industrias de Uruguay y Brasil "en los sectores naval, automoción, producción de alimentos y generación de energías renovables como la eólica", y explicó el proyecto de restauración del "Puente Internacional Barao de Maua" que "permitirá la preservación del patrimonio histórico común entre ambos países" y la construcción de un segundo puente internacional que "ofrecerá un canal adicional para el transporte de mercancías y personas con Uruguay".
No en vano, Brasil es el principal importador de productos uruguayos y el segundo proveedor de productos elaborados del país, con un intercambio que en 2014 alcanzó los 4.900 millones de dólares, por lo que el mantenimiento de las relaciones en el difícil contexto de recesión económica que atraviesa Brasil resulta fundamental para ambas economías.