"Al igual que en 1938, cuando PEMEX nació en medio de condiciones sumamente adversas, hoy, 77 años después, emprendemos una nueva etapa en la historia de la empresa en condiciones también muy difíciles", dijo Lozoya, en un acto en la región petrolera de Tabasco, en el sureste del país, con costas frente al Golfo de México.
A casi ocho décadas de la fundación de Pemex la empresa enfrenta un reto mayor cuando está en marcha una reforma energética que abre la industria por primera vez en 75 años a la inversión privada para "la transformación radical de la industria petrolera" mexicana, dijo Lozoya.
La histórica reforma constitucional permitirá "la transformación de Pemex en una empresa capaz de competir y destacar en un entorno de mercado abierto", dijo el titular de la empresa.
El nuevo régimen legal de Pemex "ha permitido responder con más agilidad y eficacia a la caída de los precios en los mercados internacionales", dijo Lozoya ante miles de trabajadores petroleros y el presidente Enrique Peña Nieto.
"Estamos enfrentando con temple la difícil coyuntura que atravesamos", dijo el titular de Pemex, que asimiló casi la mitad de un recorte del presupuesto gubernamental de 2015, ajustado en unos 8.300 millones de dólares, dado que la tercera parte de los gastos del gobierno proceden de los impuestos a Pemex.
"En nuestra industria nos hemos visto obligado a ajustar nuestro presupuesto de gastos", dijo aludiendo al recorte de 4.100 millones de dólares de los gastos de Pemex, casi la mitad de recorte federal.
La mayor parte de este presupuesto de Pemex corresponde a inversión, por lo tanto "la reducción de ingresos esperados implica que buena parte impactará a algunos proyectos de inversión", confirmó el director general de la petrolera.
Sin embargo, gracias a la reforma energética, "el nuevo régimen legal nos abre la puerta para compensar esta reducción presupuestal mediante asociaciones y alianzas (con petroleras privadas nacionales y extranjeras)", dijo Lozoya.
Las condiciones adversas del mercado debido al derrumbe de más de la mitad de los precios en medio año a niveles de alrededor de 50 dólares por barril "representan una oportunidad para revisar prácticas, afinar procesos y optimizar recursos".
Otros tiempos
El 18 de marzo de 1938 el presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera, como una salida a un conflicto laboral prolongado por años entre los petroleros mexicanos con las empresas extranjeras.
En el mensaje a la nación de aquel año, el presidente Cárdenas deploró que las petroleras se negaran a aceptar un acuerdo laboral con los sindicatos, que condujo al estallido de una huelga en mayo de 1937.
La huelga terminó en junio de aquel año con acuerdo salarial que costaría alrededor de 26 millones de pesos, pero las petroleras lo estimaban en 41 millones, ante lo cual anunció "una resolución tan justificada, trascendente e indispensable", y decretó la inesperada expropiación petrolera.
Este año, como cada aniversario, Pemex entregó al Sindicato de Trabajadores Petroleros una suma considerable para los gastos del fastuoso acto, esta vez de 24 millones de pesos (1,5 millones de dólares).
El monto que obtuvo el sindicato en 2015 como ayuda para los "festejos" casi se duplicó respecto a los gastos de hace 5 años, cuando en 2010 recibieron 16 millones de pesos (un millón de dólares), de acuerdo con un reportaje del diario El Financiero.
Lejos de la combatividad de aquellos años, a 77 años de distancia, el máximo líder de los petroleros sindicalizados, Carlos Romero Deschamps, es ahora un senador del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) fundado en 1929.
En su discurso, el máximo líder sindical petrolero celebró las "medidas de racionalidad presupuestal que permitan mejorar la eficiencia en la operación, y hacer un óptimo aprovechamiento de los recursos humanos", como prueba de que corren otros tiempos.
