En concreto, la nota señaló la "creciente atención" de Brasil ante "las medidas tomadas en los últimos días que afectan directamente partidos políticos y representantes democráticamente elegidos", en referencia a la detención la semana pasada del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
El comunicado, con un lenguaje todavía indefinido, pero con cierto tono crítico por primera vez, surge después de que el pasado lunes la sede del partido conservador Copei fuese invadida con el apoyo de la policía y la muerte este mismo martes de un adolescente durante una protesta contra el gobierno.
Sin embargo, el texto cita a las Comisión de Cancilleres de UNASUL y al propio Gobierno de Venezuela como fuentes y denuncia las "iniciativas orientadas a abreviar el mandato presidencial", algo que podría entenderse como un intento de imparcialidad por parte del Ministerio de Exteriores brasileño.
Por último, y al igual que hizo en su comunicado de la semana pasada, el Gobierno de Brasil expresó su voluntad para mediar en el diálogo entre las partes e insta a "los actores políticos venezolanos así como a las fuerzas sociales que los apoyan a abstenerse de cualquier acto que pueda dificultas el diálogo".