"Las relaciones y acuerdos con países como Nicaragua, Venezuela o Cuba implican que Rusia puede ofrecer una alternativa estratégica a estos países que desean incrementar capacidades nacionales y que consideran que América Latina debe priorizar sus intereses en clave autónoma y no en términos de intereses ajenos", dijo en un a una entrevista a RIA Novosti.
Según Hutschenreuter, el aumento de cooperación entre Rusia y América Latina que se observa últimamente estuvo y está relacionado con la política de poder que Occidente desplegó hacia Rusia.
El experto indicó que los documentos rubricados en el marco de la gira de Shoigú demuestran que Rusia puede acercarse a un espacio tradicionalmente sensible para Washington, es decir, Centroamérica, Caribe y Norte de Sudamérica, una especie de enorme "mare nostrum estadounidense".
Hutschenreuter estimó que los acuerdos que firmaron Nicaragua y Rusia este jueves van en esa dirección, por caso, en materia de procedimientos de atraque de buques de guerra rusos en puertos del país centroamericano, acuerdos de cooperación técnica y militar o mejoras en relación a las capacidades del Ejército nicaragüense.
Subrayó que este tipo de acuerdos no deben ser considerados cuestiones de cuño ideológico o de "nuevo imperialismo".
Señaló que tanto Rusia como los países de América Latina se encuentran en una etapa de diversificación de sus relaciones a escala global, y los vínculos en áreas de cooperación militar son una más en cuanto al necesario incremento de capacidades nacionales.