Como si de un inmenso juego de Lego se tratase, las estructuras metálicas, puertas, ventanas, etc. del estadio, con capacidad para 12.000 espectadores, serán por exigencia del alcalde, Eduardo Paes, un ejemplo de reutilización y de economía de cara a un evento que en total supondrá un desembolso de 14.130 millones de dólares y que será financiado por el Ayuntamiento de la ciudad en un 28%.
Con 16 meses por delante para su construcción y una inversión de 45 millones de dólares en su montaje, Paes explicó que todas sus piezas serán encajadas y atornilladas de tal forma que podrán volver a ser desmontadas al final del evento deportivo por un coste de alrededor de 7 millones de dólares y unos 5 meses de trabajo para ser desmontado.
"Optamos por atornillar las estructuras metálicas de las gradas porque constatamos que las soldaduras dificultarían el reaprovechamiento", declaró el director de proyectos de la Empresa Olímpica Municipal, Roberto Ainbinder.
En total, el estadio contará con 340 metros de rampas metálicas, 27 metros cuadrados en gradas de granito, 9.953 metros cuadrados en piezas metálicas, 443 cuadros de luces, 76 aseos que serán divididos en cuatro lotes.
Cada uno de estos lotes se convertirá finalmente en una nueva escuela en un plazo de ocho meses por un precio de apenas 12 millones de dólares que, según el Ayuntamiento de Río de Janeiro, ya han sido financiados.