"Dado que 7,5 millones de habitantes de Sudán del Sur necesitan ayuda humanitaria hoy día, hemos detectado que la falta de la seguridad alimentaria en las provincias de Bahr al-Gazal Occidental, de Junqali y Ecuatorial Central se vincula directamente con el conflicto y fue provocada casi de lleno por la actividad del hombre. Es obvio que tanto el Gobierno como la oposición usaron el hambre como un medio de librar la guerra en estas regiones y a veces como un instrumento de castigo a las comunidades no alineadas, como es el caso de la provincia de Junqali", dijo la presidenta de dicha comisión, Yasmin Sooka.
Los autores del informe también revelan que los soldados tenían la autorización oficial para practicar al merodeo.
Tal proceder junto con los sistemáticos ataques contra las ciudades y aldeas de la provincia de Bahr al-Gazal Occidental puede igualarse a los crímenes de lesa humanidad, sostienen los expertos de dicha comisión.